Brian Urra: El talento chileno que resuena en el jazz mundial.
- Sandra Claren
- 10 oct
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El aclamado violinista y compositor Brian Urra está listo para tomar el escenario central del festival Jazz por la Paz de Chile, apoyado por la UNESCO, y una grabación histórica de Futura Studio, subrayando su posición como una figura líder en el jazz crossover. Con una carrera que abarca 25 años y premios que incluyen el prestigioso Premio de Composición Ravinia Bridges, Brian se ha convertido en una fuerza central dondequiera que se presenta, observa la crítica musical chilena Luciana García. Urra, celebrado no solo por su arte dinámico sino también por su innovadora influencia crossover, se encuentra constantemente en el epicentro de los encuentros musicales más estimados del mundo. Ya sea en el histórico escenario del Carnegie Hall, en el vibrante corazón del Newport Folk Festival, o como cabeza de cartel en las grandes noches de festival en su natal Santiago, la presencia de Urra es la de un verdadero músico líder, uno cuya narrativa musical se niega a permanecer dentro de los límites de la tradición.
De sensación nacional a pionero de la fusión
Brian Urra comenzó su formación musical a los 4 años, estudiando violín dentro del mundo de la música clásica. Sin embargo, a los 10 años, su camino tomó un giro decisivo cuando ingresó a nuestra Escuela de Danza Irlandesa Sandra Claren. No solo exploró la danza, sino que también inició sus estudios de fiddle (violín irlandés) junto a la destacada maestra Virginia Arreaza.
Fue esta fusión entre técnica clásica y raíces celtas que se transformaría en su sello distintivo. En 2008, ese estilo único lo llevó a ganar el concurso televisivo "Chile, País de Talentos", transmitido en vivo por Canal 13 a millones de espectadores. Su presentación, junto a Banda Tara y la Compañía de Danzas Irlandesas Sandra Claren, no solo se destacó por su excelencia técnica, sino por ofrecer una propuesta artística fresca, emotiva y profundamente innovadora en la Televisión Chilena.
Más que una simple victoria, aquel momento marcó el nacimiento público de un artista con proyección internacional, capaz de cruzar fronteras estilísticas y culturales con naturalidad. A los 14 años, Brian Urra ya no solo era una promesa: era una figura emergente que encendía con fuerza el panorama musical chileno e internacional.
Desde estos inicios tempranos, el camino de Urra lo llevó a los lugares más importantes de Chile, incluyendo repetidas temporadas como artista principal en Thelonious, Lugar de Jazz, el club de jazz más emblemático de Santiago, y un servicio de varios años como Artista en Residencia para MUSAC ("Música Agente de Cambio"), una fundación apoyada por la UNESCO y dedicada a aprovechar el poder de la música para el cambio social. Su prodigioso talento se confirmó cuando se le otorgó una beca completa al mérito en el famoso Berklee Global Jazz Institute, donde se distinguió como graduado con honores y, de manera única, como asesor académico, un puesto tradicionalmente reservado para leyendas del jazz establecidas.
Una voz líder en los discursos más importantes del mundo
Si la verdadera dimensión de un músico se revela en el escenario, la estatura de Brian Urra es inconfundible. Ya sea cautivando al público del Jordan Hall, el Boston Symphony Hall y el Sanders Theatre de Boston, o habitando la histórica intimidad del Wally's Café Jazz Club durante su residencia artística, el arte de Urra se ha convertido en parte integral de la narrativa de cada recinto. Su papel estelar en el Carnegie Hall de Nueva York, para el estreno mundial de Amor Aeternus de Heidi Breyer junto al cuatro veces ganador del Grammy Eugene Friesen y el Boston World Strings, se erige como un hito singular: aquí, la brillantez musical se entrecruzó con una gestión visionaria.
Como solista de los segundos violines para este exigente estreno, el liderazgo de Urra irradió más allá de las propias notas. Navegando por las corrientes emocionales y las complejidades logísticas de la partitura, forjó un sentido de unidad a partir de las múltiples voces de la orquesta, transformando intenciones dispares en una sola fuerza cohesiva. En estrecha colaboración con el compositor y sus colegas, Urra orquestó no solo la música, sino también el espíritu colectivo del conjunto, convirtiendo el estreno no solo en una actuación, sino en un acto de determinación artística y comunión.
La distinción de Urra como artista se ve subrayada no solo por su dominio sobre el escenario, sino también por las oportunidades excepcionales que han reconocido y mostrado su talento. La invitación a actuar como solista en el estreno mundial de Amor Aeternus de Heidi Breyer en el Carnegie Hall, un recinto sinónimo de los más altos estándares de logro musical, reafirmó su estatus como músico cuyo arte inspira reconocimiento internacional. Compartiendo cartel con el ganador del Grammy Eugene Friesen y los Boston World Strings, a Urra se le confió un papel central en un concierto de excepcional complejidad artística y logística. El honor de este encargo lo dice todo: Urra no es solo un intérprete, sino un músico al que compositores e instituciones de renombre recurren en momentos que definen temporadas musicales.
Su compromiso por expandir las posibilidades de su arte encuentra igual resonancia fuera del escenario. Urra recibió el encargo del Museo de Arte MassArt, en colaboración con el Instituto Berklee de Jazz y Justicia de Género, de crear y estrenar una obra original para la monumental instalación Valkyrie Mumbet, de la reconocida artista portuguesa Joana Vasconcelos. En esta obra, su composición se volvió arquitectónica y conceptual: un tapiz sonoro que entrelaza el lenguaje del jazz improvisado con las modalidades chilenas, respondiendo y transformando el propio espacio de la galería. Al fusionar estas formas musicales con las artes visuales a tal escala, la obra de Urra se sitúa en la encrucijada de la innovación y el prestigio, consolidando su reputación como un artista llamado a enaltecer momentos clave de la cultura contemporánea.
Premiado, aclamado y reconocido
Con victorias impactantes como el premio nacional “País de Talentos” de Chile y, más recientemente, su triunfo en el Concurso de Composición Ravinia Bridges 2023 en Estados Unidos, un concurso que atrae a compositores destacados de todo el mundo, el arte de Urra ha alcanzado una verdadera distinción internacional. La victoria de Ravinia, en particular, representa más que la adición de un prestigioso laurel: señala la llegada de Urra a la vanguardia de los compositores contemporáneos en una de las instituciones musicales más históricas de Estados Unidos. Su composición “Faro de Luz”, galardonada con este premio, no solo capturó la imaginación del jurado, sino que inmediatamente estableció un nuevo punto de referencia para la posibilidad expresiva en la intersección de la tradición y la innovación.
El reconocimiento internacional fue repetido por la revista DownBeat, el referente en el periodismo de jazz, que destacó el logro de Urra al elogiar su “refinada inteligencia estructural e inventiva lírica”. Esta aclamación subraya la profundidad y originalidad que aporta a sus composiciones. En obras como la célebre “Faro de Luz”, Urra demuestra no sólo maestría técnica sino también una capacidad visionaria para fusionar las raíces folclóricas latinoamericanas con los contornos del jazz moderno, inspirando a una audiencia global y consolidando su reputación como una de las voces de cuerdas más influyentes en el movimiento crossover del jazz actual.
Luminaria y colaboradora de un conjunto
El liderazgo de Urra en conjuntos de alto perfil es igualmente evidente. Como violinista principal del Cuarteto de Cuerdas Formas, sus actuaciones en el Festival Folk de Newport en 2024 y 2025 —primero en colaboración con la leyenda del late night Conan O'Brien y después con el visionario arreglista Rob Moose— demostraron mucho más que un dominio del repertorio. En el ambiente histórico y transgresor de Newport —un festival sinónimo de innovación y autenticidad—, Urra no solo interpretaba el momento: lo moldeaba. Desde baladas folk hasta himnos gospel, la adaptabilidad de Urra transformó el cuarteto de cuerda en un conjunto integral, subrayando un cambio de paradigma en el que los músicos de cuerda se convierten en colaboradores centrales, no en meros adornos.
Mirando hacia adelante: el camino de una estrella continúa
Si el pasado es un prólogo, el futuro permanece luminoso. En 2025, Brian Urra grabará su galardonado "Faro de Luz" en el prestigioso Futura Studio, dirigido por el nominado al Grammy Latino John Weston, cuyas paredes han capturado sesiones emblemáticas de jazz y música clásica. Aquí, el proyecto servirá no solo para documentar una composición; también ofrecerá un suave faro, música que "invita al oyente a entrar suavemente, como el primer rayo de luz después de una tormenta", llevando consigo el espíritu tanto de su herencia chilena como de su ética de improvisación.
Esa ética encuentra su máximo esplendor en 2026, cuando Urra encabece el festival Chile Jazz por la Paz, un encuentro apoyado por la UNESCO y el más prestigioso del jazz chileno, dirigido por el icónico compositor y director del Conservatorio Orion Lion. Aquí, miles de oyentes se reúnen cada año para presentaciones de gala y clases magistrales, donde la música no es solo un espectáculo, sino también un vehículo para el cambio cultural. Como estrella de la gala de apertura y clausura y líder de la clase magistral, Urra representará la misma misión a la que ha dedicado su carrera: elevar la forma de arte, inspirar a las nuevas generaciones e iluminar, una nota a la vez, el camino hacia la paz a través de la música.


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